INFORMACIÓN GENERAL
Título: Kamigami no Asobi ~Ludere deorum~
Desarrolladores: Nippon Ichi Software y Broccoli
Idioma: Japonés
Plataforma: PSP
Datos extra: A parte del videojuego, que salió a la venta en 2013, también tiene una adaptación al anime a cargo del estudio Brain’s Base (“Durarara!!”, “Mawaru Penguindrum” o animes basados en otomes como “Brothers Conflict” o “Amnesia”). Terminó en 2014 y cuenta con doce episodios y un ova.
ARGUMENTO
Atentos, porque lo mejor de la mitología son sus historias. Clásicos como “La Ilíada” o “La Odisea” de Homero son obras con Dioses y criaturas mitológicas en ellas. Obras maestras de la literatura, ¿no? Vale, pues “Kamiaso” no es como una de ellas. De hecho, olvidad todo lo que sepáis sobre mitología: no lo vais a necesitar donde vamos. ¿Hecho? Pues os cuento de qué va la copla.
Nuestra protagonista, Kusanagi Yui —o Lily Luna Potter si os apetece más, total, el nombre puede cambiarse—, es una chica humana normal y, ojo, japonesa. Vive con sus padres y sus dos hermanos mayores en el templo Kusanagi y está dudando qué hacer con su vida: se va a graduar en el instituto y no sabe si ir a la universidad o hacerse cargo del templo familiar. En una de sus cavilaciones entra en el almacén del templo y encuentra una espada, pero nada más cogerla empieza a escuchar voces y una luz muy clara la transporta a otro mundo. ¿Esquizofrenia? ¡No, poderes mágicos!
Al abrir los ojos está en una habitación muy elegante de estilo europeo clásico y se encuentra con quien resulta ser Zeus, señor de los Dioses Griegos. El Dios del Trueno le dice a nuestra heroína que ha sido elegida para cumplir un plan: deberá asistir como única estudiante humana a la academia Hakoniwa, instituto de los Dioses y de la cual Zeus es director, ya que ha sido elegida por la espada Amano-Murakumo-no-tsurugi. ¿Habéis leído bien lo que os he contado hasta ahora en este párrafo? ¿Os habéis empapado bien con su significado? Bien, porque la cosa sigue, y es que la misión de Zeus no es solo que Yui estudie en la academia. Su misión será que nueve dioses que resultan ser un poco problemáticos se gradúen del instituto, y para ello deberá enseñarles sobre la humanidad y los sentimientos, tales como el amor. ¡¡Sí, queridos amigos!! ¡¡Eso de “enseñar a un robot lo que es el amor” como nos vendían algunos sci-fi es cosa del pasado!! ¡¡Ahora enseñaremos lo que es el amor a los DIOSES!! El mundo es maravilloso.
Dejadme hacer un inciso pequeño para remarcar que no solo Zeus no es una ruta —lo siento, amantes de los “ossan”. O de los “shota”. Zeus tiene dos formas en este juego…—; si no que no intenta ligarse a Yui en ningún momento. Personalmente, me desconcierta: el Zeus al que todos conocemos y amamos hubiera, solo en el prólogo, dejado embarazada a la protagonista de octillizos. No había visto una versión del Dios Zeus menos fiel al personaje desde que vi “Hércules” de Disney. Aunque supongo que lo hicieron así porque si no el juego hubiera ido de Hera persiguiendo a Yui y queriendo matarla. Hubiéramos pasado de un otome a un survival horror en menos de un minuto.
Tras la introducción viene a buscarnos el Dios Thoth y, por orden del director, nos lleva a los dormitorios donde Yui se pone el uniforme y va a clase. Allí conocerá a los tres Dioses del consejo estudiantil: Apollon, Tsukito y Balder. A partir de entonces nos dejarán escoger entre unirnos al consejo de estudiantes o apuntarnos a actividades extraescolares, donde conoceremos a los otros dioses griegos, japoneses y nórdicos respectivamente: Hades, Takeru y Loki. Tras eso, solo nos queda escoger a nuestro Dios-novio de turno e intentar que Yui consiga que estos dioses, a los que Zeus ha quitado sus poderes hasta la graduación, consigan llegar a final de curso habiendo aprendido lo que es el amor.
PERSONAJES Y RUTAS
Sé que con semejante argumento parece que ya os haya contado lo mejor. No, criaturas: lo mejor, como siempre, son los maromos. Esta vez, vengo con más ganas de enseñaros la mercancía, porque lo que os traigo no son simples humanos que se enamoran de una protagonista de personalidad más plana que una mesa. ¡¡Son Dioses que se enamoran de una protagonista de personalidad más plana que una mesa!! ¡Adelante con el espectáculo!
Apollon Agana Belea: El Dios griego del Sol, hijo de Zeus y presidente del consejo de estudiantes. Es alegre, con mucho entusiasmo y tiene la manía de repetir las cosas dos veces o de darle motes raros a la gente. Parece estar constantemente lanzándole los tejos a Yui, pero oculta un trágico pasado... A parte de eso, es bueno en los estudios, en los deportes… El alumno perfecto, y ya sabéis, eso en los institutos de aquí no mola —porque te llaman empollón y te pegan; o quizá soy yo que estudié en un colegio público— pero que en Japón si eres así te conviertes en el puto amo y el chico perfecto. ¡Mamás del mundo, este zagal es un partidazo para sus hijas casaderas!
Hades Aidoneus: El Dios griego del Inframundo, tío de Apolo —ooops, perdón, APOLLON— y hermano de Zeus. No me preguntéis por qué Zeus es director y Hades es un estudiante adolescente, yo no he escrito este juego. Es bastante tenebroso, callado, siempre está solo y los demás lo dejan de lado por ser el Dios de los muertos. Además, se dice —y él mismo cree— que solo trae infortunios a los que lo rodean. En realidad es un cacho de pan al que le gustan los dulces y la astronomía. Su ruta tiene drama a mansalva y sus finales son un poco agridulces. 10/10, vamos.
Tsukito Totsuka: El Dios japonés de la Luna y hermano de Takeru. Es muy callado, estoico y parece que carezca de emociones. Es obediente a las órdenes del presidente del consejo estudiantil, siendo muy serio cuando hace su trabajo. La verdad es que al principio no vais a hacer más que verle cara de que se la trae floja todo, aunque no es así. Al ser el Dios de la Luna es más activo por la noche y por el día, si no tiene tareas, se va a dormir. ¡Es vuestra ruta si os mola que el chico que os gusta sonría solo para vosotras!
Takeru Totsuka: El Dios japonés del Mar y las Tormentas y hermano de Tsukito. Es el chico con poca paciencia, carácter muy fuerte y que se esfuerza al 100%. Se le da estupendamente el kendo y odia que lo juzguen. Se lleva bien solo con Hades y su hermano mayor, al que admira mucho. Yui quiere formar un club de kendo con él y aunque Takeru no quiere al principio, Zeus se lía a tirar rayos y acaba aceptando. Es el chico apasionado pero que no se entera cuando le van detrás. ¡A por él!
Balder Hringhorni: El Dios nórdico de la Luz. Es atractivo, popular, elegante y atrae a todos los que le rodean; pero también es torpe, olvidadizo y tiene una extraña pasión por la carne. Va muy a saco a por Yui en cuando se da cuenta de que la chica no siente hacia él esta “mega atracción” que sienten los demás al verle. Y cuando digo que va a saco es que, si no recuerdo mal, uno de sus primeros GCs era él metiendo mano a la heroína. Material visual de calidad. Para sorpresa de nadie, su ruta tiene drama, y es que sus poderes se descontrolan muy fácilmente, en especial cuando alguien le rechaza o trata de hacerle daño. ¡Oh, y por si fuera poco, es inmortal en el sentido de que el único que puede hacerle daño es él mismo! Porque, bueno, supongo que al ser un Dios ya era inmortal de por sí… La verdad es que… no tengo ni idea…
Loki Laevatein: El Dios nórdico del fuego. Es travieso, caprichoso y más astuto que un zorro; le encanta gastar bromas y miente bastante. Claro, por bromas no me refiero a travestir a Thor para casarlo con un gigante que había robado el martillo del Dios nórdico del Trueno para luego cargarse a todo asistente de la celebración, no. Con bromas nos referimos a pasar de las clases, de los clubs y a meter serpientes bajo los pies de Yui. Es un vago redomado cuando lo que tiene entre manos no le interesa, aunque se le da bien construir cosas. Tiene un bromance enorme con Balder y la mitad de su ruta supone drama a partir de esto; pero es un buen maromo si os van los chicos malos con sonrisa pícara y malas intenciones.
Anubis Ma’at: El Dios egipcio de la Muerte y ruta secreta. Es un perro. Literalmente. Bueno, no, a ver, tiene el cuerpo de un morenaco y una cara adorable pero se comporta como un cachorro, habla como un cachorro y tiene CGs que te dan la sensación de que seguir con esta ruta es entrar demasiado en “terreno furry”. Al principio solo lo entiende Thoth y habla usando repetidamente “Ka! Bara bara!”; pero eventualmente nos volveremos más cercanos a él y le entenderemos. Es un chico muy adorable, tímido y al que le gustan los animales, pero no suele presentarse en clase debido a que se comporta como un perrete. Al ser juez de los muertos ha visto lo peor de los seres humanos, por lo que al principio es muy reservado y le cuesta confiar en Yui. Una vez la muchacha se gana su confianza es muy abierto y cariñoso. Vamos, como un perro. ¡Es que de hecho su argumento va de como él y la heroína cuidan de un perrito, es que lo siento, demasiado furry en una sola ruta aunque tenga mucho fluff!
Thoth Caduceus: El Dios egipcio de la Sabiduría y última ruta secreta. Profesor en la academia y amante de las mazorcas de maíz. Es el típico personaje analítico, frío y estricto que vive en la biblioteca. De hecho vive en la biblioteca, que es donde nos lo encontraremos siempre porque obliga a Yui a estudiar por su cuenta sobre mitología. Es orgulloso, directo y… ¡Sorpresa!: no tiene ni idea de lo que es el amor verdadero, por lo que empieza a ir detrás de Yui para averiguarlo. Sinceramente y con perdón por mi vocabulario, creo que su ruta es una putada. No haré spoilers, pero si sois amantes de los personajes fríos y analíticos u os va el rollo “profesor con gafas”, Kamiaso viene a decepcionaros. Al menos es guapo.
RESEÑA PERSONAL
Seré breve porque me he enrollado más que una persiana: el juego está muy bien por todo el tema artístico, musical, de doblaje y jugabilidad. Sin embargo… Mitológicamente es una patada en todo lo que conocemos.
Tiene muchas rutas y una gran variedad de personajes, y eso que no os he hablado de Thor o Dionisio —porque no son ligables; y me da rabia, Thor está de toma pan y moja—; lo que se traduce en muchos CGs y un gran reparto de dobladores. Además, la jugabilidad no aburre del todo, porque no se limita a la novela visual: al final de cada capítulo nos hacen pasar un examen sobre mitología. Examen que, por cierto, es una tortura si no sabes nada de japonés, pero dejaremos mi ignorancia sobre el idioma nipón de lado.
Lo malo de Kamiaso es que muchas cosas no tienen sentido. ¿Para qué metes a Dioses en una academia japonesa? ¿Por qué Zeus es director pero su hermano es alumno, estando al mismo nivel que su sobrino Apolo? ¡¿Por qué llaman Apollon/Aporon a Apolo?! ¡¿Para qué meter esa “n”; de qué os sirve cuando podéis escribir en katakana ‘Aporo’ perfectamente?! A parte de esto, las historias se centran mucho en las relaciones Apolo-Hades, Tsukito-Takeru y Balder-Loki. Hay romance ikemen-heroína, sí, pero después del festival deportivo va todo muy a saco y te deja con la sensación de que el juego está inacabado.
En fin, que prefiero quedarme con el hecho de que Yui puede convertirse en diosa y largarse a vivir con su maromo divino de turno si jugamos bien las rutas; y eso, queridos míos, no nos lo quita nadie. ¡A ella que le quiten lo bailao, que empezó el juego sin saber qué hacer con su vida y terminó con la posibilidad de casarse con un Dios! Mejor braguetazo que eso no hay.
me ha encantado eso de que "A ella que le quiten lo bailao"
ResponderEliminar