Crítica shojo — "Chitose etc." de Wataru Yoshizumi

¡Saludos, shojeras y shojeros! Para cambiar un poco de aires y para demostrar que yo me trago más shojos de los que quiero confesar, os traigo la crítica de una de mis últimas lecturas. Hacía años que no leía nada de Wataru Yoshizumi y con la nostalgia tirando de mí decidí hincarle el diente a esta serie. Aprovechando que está recién licenciadita y podéis encontrarla en vuestra tienda de cómics habitual, pensé “¿Por qué no le pego una lectura y le hago un favor a alguien diciendo en el blog si esto vale la pena o si se va al montón de comics-que-puntuo-con-dos-estrellas-en-myanimelist-solo-para-recordarme-no-releerlas?”. There goes nothing!

Chitose etc. es un manga de siete volúmenes, obra de Wataru Yoshizumi y publicado en la revista Margaret de 2009 a 2012. En España empezó a publicarse este mismo año a finales de Mayo por Planeta Cómic, la misma editorial que ya publicó la mítica obra de la misma autora: Marmalade Boy. Sin saber mucho más de ‘Chitose etc.’, solo la poca sinopsis de detrás del primer tomo, me lancé a la piscina pensando que… ¿Qué más da? Nada iba a ser tan rebuscado como “La familia crece”… Y, bueno, no sé si fue la mejor de mis ideas. Porque en este manga me planteé la pregunta: ¿hasta qué punto está dispuesta una autora a distorsionar la trama para justificar un cuarteto amoroso sin sentido? Según Wataru Yoshizumi, supongo, la respuesta es que todo es justificable mientras nos dure varios tomos, ¿no? ¡En fin, mejor si vamos al meollo!

Sinopsis
Chitose Kaneshiro es una muchacha de Okinawa que durante las vacaciones de verano conoce a un muchacho que la “salva” de un estafador. Este chico, Yukito (o Yuki para abreviar, total, le van a llamar Yuki todo el rato…), es un turista que ha venido de Tokyo a visitar la ciudad. Obviamente él es un ikemen y Chitose, como buena prota de romance genérico, se queda prendada de lo guapo que es porque parece que en Okinawa no hay chicos atractivos, solo actores figurantes sin cara que aparecen en los fondos para llenar las viñetas. Chitose y Yuki hacen buenas migas, ella le enseña la ciudad y en un momento muy romántico él… ¡pum, la besa! ¡Yuki entra a primera base en día uno! Deciden quedar al día siguiente y Chitose, que para ese entonces ya está perdida e irremediablemente enamorada del chico, pilla un resfriado y no puede encontrarse con él. Sin embargo, no se rinde, y piensa que enamorarse de un desconocido no es bastante locura así que se transfiere al instituto de Yuki en Tokyo para ir tras él. Mudándose con su hermano mayor, que vive en la capital, Chitose decide darle una sorpresa a Yuki cuando… Él se la da a ella cuando Chitose lo pilla abrazándose con una chica. ¡Y es que Yukito tiene novia, Saya, y llevan juntos cinco años! Por si fuera poco, al preguntarle a él que por qué la besó, Yuki y todos sus amigos (novia incluida) le dicen que un beso no es para tanto. Con esta premisa, Chitose se unirá al mismo club cultural donde están Yuki y su novia, conociendo a Shun y armándose la de Dios porque los niños de la Yoshizumi no saben no liarla parda.


Personajes

Chitose: protagonista genérica donde las haya, puesto que es inocente, alegre, de sonrojo fácil, cara redondita y cuya única preocupación en la vida parece ser “suspirar por Yuki”. En serio, en este instituto no estudian o algo porque solo se preocupan de las actividades del club y de quién se lía con quién. Se transfiere se instituto solamente, y repito, SOLAMENTE para irle detrás a un maromo que la besó UNA vez. Inteligentísimo. Como prota las he visto peores porque esta al menos hay veces que parece tener sentido común, pero se le suele pasar rápido y justo después suele tomar las peores decisiones que he leído en mucho tiempo. Llega un punto en la historia que yo creo que la autora decide hacerla tonta del culo a posta solo porque si no el manga se le terminaba en tres tomos y necesitaba rellenar. Quise darle contra un muro en más de una ocasión, y eso que ella no es quien me puso más nerviosa en este comic.

Yuki: el “chico predestinado” de Chitose que al final ni predestinado ni nada porque ya tiene novia estable; pero es que el beso que le dio a nuestra protagonista fue porque él y Saya tienen una relación abierta. Es vecino de la protagonista, viven puerta con puerta, y en seguida decide hacerse amigo de ella. Es un chico sociable, normalmente alegre y supuestamente muy guay, aunque a mí se me hizo soso. No hace casi nada durante muchos capítulos, solo estando allí para que Chitose suspire por él y queriendo ser muy amiguito suyo mientras por otro lado le hace de perrito faldero a su novia. Y encima el pobre cuando decide hacer algo por el avance de la trama su propio “pasado trágico” lo boicotea por todos los lados. Porque POR SUPUESTO tiene un pasado trágico, pasado que comparte con Saya y pasado que se nos terminarán revelando a su debido tiempo. O lo haré yo, si decido no morderme la lengua. Sin embargo, es el que más dedos de frente tiene. No os penséis que esto es muy bueno, más bien que los demás son bastante tontos…

Saya: la novia de Yukito, lleva saliendo con él desde que eran pre-púberes y se conocieron en circunstancias que tanto Yuki como Saya prefieren guardarse para ellos. Al principio pensaba que sería la típica rival petarda, pero nah, en realidad se hace amiga de Chitose rápidamente porque es una chica amable. Y aunque no le molesta que Yuki tenga mil amigas chicas, se pone rápidamente en plan “princesa posesiva” con Yuki cuando alguna mujer va en serio con él. Es una belleza, es modelo/actriz (como no) y seguramente perfecta en todos los sentidos. Menos en el de tener relaciones sociales normales y sanas, porque su vida amorosa es… No haré spoilers (aún), pero me cabrea cómo esta tipa gestiona las cosas. Es por las mierdas de esta chica por la que aquí habrá triángulos y cuartetos amorosos sin sentido. Gracias por nada, Saya.

Shun: el otro chico. El moreno que tiene que haber en todo shojo. Es serio, callado y un poco borde. Durante los primeros capítulos… está ahí. Respira. Es compañero de clase de Chitose y durante el primer tomo se limita a observarla (a ella y al circo que se monta sola, porque ella se hace amiga de Yuki pero como Yuki tiene novia ella va poniendo caritas tristes por los rincones) hasta que decide meterse en el fregado y le pide a Chitose salir con él. Así, de la nada, pero según él lo hace para que nuestra protagonista se olvide de Yuki. Aunque todos sabemos que esto no funciona así en los shojos, por lo que no daremos un duro por su relación. Y si a eso le sumas que en cierto punto la presiona para besarle y hacer más cosas… pues nada, que les pronostiqué dos telediarios y… ahí ahí. Por otra parte hay cierta tensión rara entre él y Saya que… bueno, ahí va el spoiler que todo el mundo esperaba y se olía pero: Shun está colgado de Saya. ¡Pum, y nadie se sorprendió! ¡Bienvenidos a los cuartetos amorosos de Yoshizumi!


Opinión personal
Que petardada. Sinceramente, no tenía grandes expectativas. Sabía que Wataru Yoshizumi iba a rizar el rizo en algún momento, pero ni yo tengo 15 años como para leerme esto sin quejarme ni estoy dispuesta a tragarme según qué excusas argumentales para justificarme un “amor imposible” entre niños heteros de 17 primaveras. Porque “Chitose etc.” es esto: cuatro niños (luego se suman más al drama-fest) que son incapaces de mantener relaciones románticas sanas porque a un par de ellos les mola tergiversar y complicarse la vida. Y es que, ya sabéis, mola mucho llorar por nuestras penas y nuestros amores no correspondidos; es mucho mejor que solucionar las cosas y salir con quien realmente amamos, ¿no?

Os aviso que a partir de aquí es “zona spoiler”, y aunque intentaré no destriparlo todo, voy a centrarme en el cuarteto Chitose-Yuki-Saya-Shun. Porque a medida que leía, yo (y cualquiera con dos ojos) me vi a venir el fregado: Chitose ama a Yuki, a Yuki le hace tilín Chitose pero Yuki y Saya están juntos (aunque hay algo chungo ahí entre ellos), Shun ama a Saya, Saya parece que Shun le mola, pero Shun y Chitose deciden salir juntos porque son “los rechazados”. Vamos, un follón que se solucionaría si Saya y Shun salieran y los dos protas hicieran lo mismo. ¿Pero por qué ocurre esto? ¿Por qué Yuki y Saya no cortan? Por un Deus ex machina como una casa y con nombre propio: Misaki.

Y ahí viene la “tragic backstory”: Yuki y Saya se conocieron, junto con el tal Misaki, en el hospital de pequeños porque los tres tenían la clásica “enfermedad casi-incurable de shojos”. Los dos niños se colaron por Saya y ella empezó a salir en secreto con Yuki, pero Misaki los pilló minutos antes de su operación y la palmó en quirófano. Ergo, ambos (que sobrevivieron a sus respectivas operaciones) sienten que traicionaron a Misaki y que deben estar juntos para siempre porque si no sería traicionar a su amigo. Y por eso arrastran a todo dios, porque Yuki y Saya ya no se quieren pero, yo que sé, tienen miedo que su amigo muerto de cuando tenían como once años se les aparezca en forma de fantasma y les eche una maldición.

No podía faltar la escena de celos y semi-violencia.

Y yo, amigos y amigas, esta excusa no me la como. Que se la coma otro, pero… ¿Perdona? ¿Traicionar a tu amigo? ¡Erais niños, por el amor de dios! Llamadme loca pero… ¿no sería peor para Misaki saber que estáis juntos aunque lo que sintáis el uno por el otro sea solo fraternal? ¿Qué os estáis negando seguir adelante usando su muerte como excusa? ¡Venga ya, venid a mi casa y comedme un pie porque esta justificación es basura! Además, ¿qué culpa tienen Chitose y Shun en todo esto? Imaginaos: “La chica que me gusta me quiere pero no podemos salir juntos porque no quiere cortar con su novio, del que no está enamorada, por un no sé qué de que un niño que murió hace cinco años estaba colgado de ella”. ¡Anda ya!

Y lo mejor de todo es que cuando Saya se lo termina contando todo a Chitose ella, en lugar de decirle a su supuesta amiga “oye, hermana, compañera: SUPÉRALO”, se pone en plan de que no puede competir con eso y aunque Yuki y ella se correspondan lo de Saya tiene más peso porque Saya tiene un pasado trágico de la parra y ella no. Y luego Shun ahí erre que erre con “querer hacer que Chitose olvide a Yuki y se enamore de él” (vamos, que se la quiere cepillar, así de sencillo) hasta que todo se soluciona mágicamente y tarda menos de un segundo en meterme la lengua a Saya porque la quiere y la adora mucho como novia y esposa. (©Perla Shumajer)

¿Sabéis qué les digo a todos ellos?
ID. A. TOMAR. POR. SACO.


Mira que hay mil formas de justificarme un cuarteto amoroso en el que van a terminar intercambiándose las parejas pero… ¿Esta justificación? Me parece vaga y me parece feo usar a alguien que ya no está vivo para dar explicaciones y tergiversar su opinión de esa forma. ¡Ojalá en realidad Yuki y Saya hubieran matado a un tío y salieran juntos para cubrirse las espaldas y guardarse el secreto mutuamente hasta la tumba! ¡Entonces sí que compraba!

En fin, perdón, pero cuando me enciendo no paro. En resumen: ¿todo esto que os he contado aquí arriba? Solo hasta el tomo cuatro. A partir de ahí piensas que la cosa va bien y meten a más personajes, más triángulos amorosos, más drama barato y más basura. Esto casi parece “Hoy comienza nuestro amor” pero con la mitad de tomos (lo cual es bueno) pero el doble de drama innecesario (lo cual es malo).
Pero eh, si os va el “te quiero pero no puedo estar contigo” juntado con el estilo de dibujo más reciente de Wataru Yoshizumi, no creo que sea una mala compra. Al menos las portadas son bonitas y está muy bien apoyar a Planeta, que son ellos los que me traen lo de Yoko Kamio y no podría estar más agradecida por ello.