¡Buenas, es hora de otra crítica de manga shojo! En esta
segunda entrega os hablo de Papillon
–Hana to Chou- (título que significa Papillon – Flor y Mariposa -, con el
doble de redundancia porque Papillon es mariposa en francés), un manga de Miwa Ueda (no, no es familia de Rinko Ueda, pura casualidad que los
apellidos coincidan) publicado en la revista Bessatsu Friend entre 2007 y 2009 y recopilado en 8 tomos.
¿El nombre de Miwa Ueda os quiere sonar? Puede que sí, y con
motivos: Ueda es la autora de la infame Peach Girl, que no he leído pero que de
todas formas no me hace falta: su fama como culebrón es legendaria, tal que la
mujer sigue viviendo de rentas a estas alturas: su serie actual es una secuela
ambientada 10 años después. Pero, ¿se merece Papillon un voto de confianza o
deberíamos relegarla al abismo de los shojos basura? Es hora de averiguarlo:
Sinopsis
A nuestra pobre protagonista Ageha no le van las cosas tan
bien como quisiera. Es una chica normal con una apariencia normal, pero su
hermana gemela Hana es todo lo contrario: una chica cañón y rompecorazones que intenta
conquistar a todo chico con el que se cruza. Sus diferencias vienen de los
entornos tan distintos en los que se criaron: a Ageha la enviaron a vivir con
su abuela cuando su madre sufrió una depresión postparto (que no le impidió
cuidar de Hana, pero bueno) y volvió con
su madre y su hermana cuando su abuela enfermó mientras ella estaba en
secundaria. A pesar de sus diferencias, se llevan decentemente, hasta que Hana
obliga a Ageha a quedarse sin disfrutar del festival escolar. Sintiéndose como
Cenicienta, Ageha lamenta su suerte hasta que se rencuentra con su amigo de la
infancia Ryuusei, por el que tiene sentimientos que creía olvidados…
Y que pronto volverá a olvidar, porque Hana no soporta que
Ageha (que también ha decidido someterse a un cambio de look para ser más como
su hermana) sea feliz y le roba el novio. Aún peor que antes, Hana decide
suicidarse tirándose de la azotea del instituto (porque esto es un shojo y si
estás soltera con 16 años no te querrá nadie nunca), pero la detiene un chico
muy apuesto llamado Hayato Ichikuji, un universitario haciendo prácticas como
consejero en el instituto. Ageha y él empiezan a apoyarse mutuamente, pero Hana
no dejará que su felicidad dure mucho tiempo…
Personajes:
Ageha: Nuestra
protagonista. Estudiante de segundo curso en el instituto bastante normalita:
tiene gafas, pecas y ningún talento en especial. Pero oye, en cuanto un chico
le hace caso decide cambiar de peinado, quitarse las gafas y le desaparecen las
pecas, y se vuelve en una versión más moñas de su hermana. Todos sus actos los
rigen los chicos o su hermana, no tiene ninguna personalidad concreta en
especial. Vamos, una bonita self-insert que no hubieran podido hacer mejor ni
en el peor de los otomes.
Hana: Hermana
gemela de nuestra prota, una chica sexy y desinhibida que lleva maquillaje y el pelo
rizado para diferenciarse de Ageha. Le tiene envidia a su hermana desde que
eran niñas e intenta hacerle la vida imposible, a pesar de que tiene todo y más
de lo que podría desear. Hacia el final de la serie y cuando la historia
empieza a centrarse en la relación de Ageha y Hana, le dan una excusa de trauma
y se vuelve “buena”. Que quiere decir que sigue igual pero nos tiene que caer
bien. Pues bueno. Doble moral, estilo shojo.
Hayato: El maromo
de turno. Un chico de veintipocos que estudia sociología en la universidad y
está de prácticas en el instituto de Ageha y Hana. Al principio parece hasta
majo: es motivador e intenta darle autoestima a Ageha (a la que llama “crisálida”,
no es lo más romántico del mundo pero bueno…) sin recurrir a liarse con ella a
las primeras de cambio. Pero una vez que empieza el conflicto entre las dos
hermanas se convierte en un personaje pasivo que no tiene voz ni voto y nunca a
recuperar del todo esa presencia en la serie. Una pena, porque me caía bien.
Ryuusei: La manzana
de la discordia, el que hace que empiece todo este rollazo. Amigo de la
infancia de Ageha que no recuerda quién era hasta que la ve hecha un cromo. Al
principio empieza a salir con ella, pero cortan después de que se interponga
Hana. Obviamente se queda sólo porque no hay nada peor que salir con la hermana
de tu ex DOS VECES, chico. Pero, ¿qué esperáis de alguien que comparte nombre
con un shojo como Hirunaka no Ryuusei?
Opinión personal
Tenía en cuenta al empezar esta serie que venía de la misma
mente pensante que Peach Girl así que empecé con unas expectativas muy bajas.
Al principio me llevé una grata sorpresa: Ageha, a pesar de su falta de autoestima,
tenía potencial de mejora, Hayato era un maromo decente y esperaba que no
tardasen mucho en eliminar el drama con Hana para poder redimirla bien y hacer
una serie siguiendo a las dos hermanas que le diese significado al título. Pero
todo eso fue en vano. Hana se dedica a revolver la mierda durante toda la serie, Ageha nunca consigue defenderse por sí misma (por mucho que te repitan
durante la serie todo lo contrario) y Hayato… Está ahí. Es un novio florero. Poco
más. Tiene su dosis de drama pero lo justo, aquí lo que más vais a ver es a
gemelas pegarse. Es como Hermano Mayor, pero con labios de salchicha.
Por lo tanto, no creo que pueda recomendar esto a nadie. A
menos que te gustase Peach Girl (que en ese caso deberías revisar tus
estándares), mejor busca otra serie con pareja con diferencia de edad porque
aquí sólo vas a ver a niñas de instituto tirarse de los pelos. Pero oye, de
todo hay en la viña del Señor. ¡Espero que os haya gustado la review y nos
vemos en el próximo shojo caca!
Cue Hannah Montana music |
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