Crítica shojo - "Yamamoto Zenjirou to Moushimasu" de Youko Maki

¡Hola de nuevo a todos, es hora de volver a mis queridas reseñas de shojos maluchos! En esta ocasión os traigo algo un poco diferente, un manga de niños y fantasmas: ¡Yamamoto Zenjirou to Moushimasu!

Yamamoto Zenjirou to Moushimasu (cuya traducción sería Me llamo Zenjiro Yamamoto) es un manga de Youko Maki publicado en la revista Ribon de 2007 a 2011 y recopilado en 5 tomos. Este shojo fue publicado en España por Glénat (qué tiempos aquellos, ¿recordáis?) bajo el nombre Mi vida con Zenjiro Yamamoto, aunque como el manga tuvo varias pausas durante su publicación no sé si llegaron a sacar todos los tomos antes de morirse o si la dejaron a medias como Fushigi Yuugi Genbu. Aunque dejémonos de tonterías, ¡hablemos de la niña médium!

Sinopsis

Hotate tiene 10 años y siempre ha vivido con su abuela, aunque esta última se va a una residencia así que a nuestra protagonista le toca vivir con su tío en su granja. Todo suena normal excepto por dos cosas: que su tío es en realidad su padre (se supone que es un secreto pero lo llevan fatal) y lo más importante: Hotate ve fantasmas. Aunque siempre había vivido en soledad para ocultar a la gente su don, ahora Hotate irá a una nueva escuela y deberá enfrentarse a la vida como estudiante de primaria y a ser la terapeuta particular de los espíritus que encuentra y que son incapaces de ir hacia la luz. Pero, ¿por qué posee Hotate este don? ¿Por qué lo tiene también su padre, si se supone que los más sensibles a los fantasmas son los corazones inocentes? Y, sobre todo, ¿será capaz Hotate de encontrar la manera de liarse con Hayami, su crush fantasmal?

Personajes

Hotate: nuestra prota de turno. Una nena muy mona y alegre a la que parece que le da igual lo de ver fantasmas y toda la historia. Ella es feliz, tiene a su papi, a sus amigos, sus fantasmas con historias horribles de cómo murieron. ¿Conocéis la serie de Entre Fantasmas? Pues ella es la prota, es Melinda, pero sin enseñar tetas ni poner cara de estreñida. En serio, lo mejor que puedo deciros para describiros a Hotate es que su manga es como Entre Fantasmas pero en shojo. Pero en serio, es una niñita muy mona.

Zenjirou: el papá de Hotate, un ikemen macizorro y mazado de trabajar en la granja que encima es jovenzuelo porque tuvo a Hotate con 19 años. El hombre se dedica a estar tumbado a la bartola y a cuidar de su vaca Beth aparte de asesorar a Hotate en sus asuntos fantasmales. Pero señoritas, lo siento por si veníais aquí a buscar cacho: Zenjirou es viudo y el fantasma de su difunta esposa lo acecha 24/7. Si os sentís decepcionadas, tranquilas, la tutora de Hotate está igual que vosotras..

Hayami: un chaval de 14 años que es un fantasma pero no le apetece ni ir hacia la luz ni dejar de rondar a Hotate. Es un poco su sidekick, el que obliga a a los fantasmas que no quieren avanzar hacer caso a la prota porque como también es fantasma puede acosarlos lo que le apetezca, y de paso sirve como interés romántico tsundere. Es mono, pero antes que por un niño de 14 años prefiero colarme por Zenjirou...

El resto del elenco se compone de personajes más o menos recurrentes (como la tutora de Hotate y sus compañeros de clase, o Makoto y su novia, unos universitarios que son los otros inquilinos de su padre) pero el manga se centra tanto en Hotate y acaba de manera tan abrupta que no logramos profundizar más en ellos. Ahora intentaré explicar más o menos por qué ocurrió esto...

Opinión personal

 

Vamos a ver. Me siento... me siento un poco tonta porque esta es la segunda vez que la señorita Youko Maki me la juega. Hace ya un tiempo, me leí un manga suyo llamado Shouri no Akuma (traducido sería El demonio de la fortuna) Era una serie normalita pero muy mona, sobre una chica y su compañero de clase trap. Tenía potencial para ser una especie de Kuragehime en shojo, una Usotsuki Lily pero hecha bien, pero... Se acabó. De repente en uno de los capítulos los protagonistas se lían porque sí y te plantan el FIN en la cara, sin tener tiempo a procesar nada porque la historia se ha acabado in medias res.

Pues con Zenjirou Yamamoto pasa igual. Te resuelven sólo uno de los dilemas de la serie (qué pasa con Hayami y si acaba con Hotate) y el resto pues desaparecen en el aire. Sorprendida de que fuera tan abrupto (en Shouri no Akuma supuse que simplemente la cancelarían sin dar tiempo a la autora de acabarla), me puse a investigar y descubrí que esta serie la puso dos veces en pausa la autora. Dos. Debió de procastinear el final, luego al verla a medias pensaría "improvisemos un final cualquiera" y así podía seguir con su vida sin que las niñas lectoras de la Ribon le presionaran por acabarla. Juraría que uno de los capítulos finales ni siquiera lo dibujó ella, sino sus ayudantes. Y por si te cabrea el final, su comentario final del último tomo es "espero que estos personajes sigan siendo felices en el futuro, porque no creo que vuelva a escribir nunca más sobre su historia". Mujer, sé sincera y di que este manga al final no te importaba nada. Moraleja: no te metas en camisa de once varas.

¿Mi conclusión? Este es uno de esos mangas que serás más feliz si no lo acabas. Sin leer los dos últimos capítulos vais que chutáis. Espero no volver a encontrarme una situación en un manga así... Pero es hora de acabar por hoy, ¡llevad cuidado con las médiums y hasta la próxima reseña!