Shojos

¡Ponemos de vuelta y media a los manga “para chicas” más pastelosos!

Otomes

Analizamos juegos llenos de ikemen para vuestro gozo y disfrute.

Animes

Análisis y critiqueo de adaptaciones animadas de juegos otome.

Tiras cómicas

Yonkomas sobre anécdotas otome y demás chorradas del día a día de la ikemen-fan.

Revista Inari

¡Reseñas de #EvaPlaysOtomes anteriormente publicadas en esta revista online!

viernes, 30 de septiembre de 2016

Crítica Anime — B-Project: Kodou*Ambitious

¡Blog nuevo, primera reseña de anime! Y lo que es más importante, esta vez os la traemos Maya y Eva conjuntamente. Así que, con nuestra primera crítica conjunta que, a la vez, es nuestra primera entrada hablándoos de un anime, os traemos uno de las series de ikemen que lo ha petado este verano… ¡Todos a ensayar para el concierto en la Japan Dome! ¡Adelante con B-Project!




INFORMACIÓN GENERAL
Título: B-Project: Kodou*Ambitious (B-PROJECT~鼓動*アンビシャス~)
EstudioA-1 Pictures
Episodios: 12
Fechas de emisión: 3 de Julio de 2016 —24 de Septiembre de 2016
Datos extra: B-Project cuenta con un manga— B-Project: Mousou*Scandal —que empezó a publicarse en Julio de este 2016 y sigue en abierto; que trata de los THRIVE y los Killer King, grupo que no aparece en el anime. Está anunciado un Rhythm Game — B-Project: Muteki*Dangerous— para finales de este 2016 que saldrá para iOS y Android. También tiene una barbaridad de singles, como era de esperar de un anime musical.



ARGUMENTO
Tsubasa Sumisora es una jovencita recién reclutada como A&R (no os esforcéis en adivinar lo que es, básicamente una manager) en la agencia Gandara Production y que nada más llegar se le asigna un trabajo de enorme importancia: manejar a los 10 chicos del B-Project, un conjunto de tres grupos idol con grandes expectativas. Las tres units que lo componen son el dúo principesco Kitakore, el trío rockero THRIVE y el quinteto alegre y divertido MoonS. Sin más ayuda que las ganas de trabajar de los chicos y un sorprendente sentido del oído, Tsubasa deberá esforzarse para llevar a estos chicos al estrellato. Algo un poco difícil para ella, porque antes de conseguir este trabajo era una simple dependienta de una tienda de música con un oído fuera de serie; sin embargo, gracias a sus esfuerzos y a lo de los diez chicos que forman B-Pro, podrá lograr que el éxito con el que tanto sueñan sea una realidad.


GRUPOS Y PERSONAJES
Es hora de dejar el argumento de lado y centrarnos en lo que nos importa a las que tenemos el culo pelado de ver estas series: ¿el póster de cuál de estos bombones vais a colgar en las paredes de vuestra habitación, cual adolescente fan del idol de moda? ¡Aquí tenéis a los miembros que forman parte del grupo musical B-Project!

KitaKore


Tomohisa Kitakado: Richguy McRich, de segundo nombre Money. Idol y miembro de Kitakore, nuestro querido peliblanco es la viva imagen de un príncipe: amable, atento, comprensivo y rico. El novio perfecto que vuestras madres aprobarían, sobre todo porque sus padres son médicos y tienen un hospital. ¡Casi nada! Se lleva bien con todos los miembros de B-Project (o lo intenta), en especial con Ryuji, al que protege y aprecia. Un noventa sobre cien, nueve de cada diez madres lo recomiendan. Y LO DOBLA ONOD, SEÑORAS, QUÉ MÁS QUIEREN.


Ryuji Korekuni: señor carita-de-niña. Es un chico, os lo juro. Idol y miembro de Kitakore, Ryuji es el shota-que-sorprendentemente-no-se-comporta-como-un-niño-ni-es-genki (salvo en un par de ocasiones en las que se dedica a gastar bromas y porque Yuuta le da coba). Es serio y al principio parece arisco y distante; aunque al conocerlo ves que tiene un lado adorable y es muy profesional en su trabajo. Tiene toques de diablillo y le gusta salirse con la suya, pero tiene un lado dulce y es adicto a los Chupa Chups. Y su vida tiene una cantidad de drama alucinante: su padre es carne de revista de cotilleo y el pobre muchacho lo lleva como puede.

THRIVE


Goushi Kaneshiro: es Ranmaru Kurosaki pero de marca blanca. Ranmaru Hacendado. Miembro de los THRIVE, es un rockero que parece estar siempre muy enfadado con el mundo. Es la viva descripción del tsundere, con esas clásicas muestras explosivas de enfado que ocultan un corazoncito tierno, auténtico amor por los gatos y un crush por Tsubasa que pocas veces deja salir pero que cuando se deja ver es de lo más adorable. 10/10 would make him wear cat ears and let he be tsun again.


Yuuta Ashuu: es un subidón de azúcar en versión humana. El gijinka de un pote de caramelos. Miembro de los THRIVE, la máxima expresión del genki con pecas y toques shota y es el jodido pegamento del grupo musical. De verdad, sin él, no hay THRIVE: Yuuta es el que se encarga de apaciguar las constantes peleas entre Goushi y Kento, hacer que reine el buen rollo y traernos alegría a todos mientras los otros dos THRIVE intentan no saltarse el uno a la yugular del otro. Es muy enérgico y un poco infantil, siempre está contento y tiene ilusión en la vida. Seguramente todavía cree en Santa Claus. Es vuestro hombre si no sois diabéticos.


Kento Aizome: Shigure del Fire Emblem Fates versión rompe-bragas. Miembro de los THRIVE que se preocupa más de salir con chicas y de que su flequillo esté perfecto que otra cosa. El típico maromo ligón que va por la vida como si le tuvieran que apartar las chatis con quitanieves. Por fuera parece egocéntrico y superficial pero en realidad intenta hacer bien su trabajo porque quiere atención ajena. ¿Por qué? ¡Din din din, traumas infantiles! Como idol y actor se toma su trabajo bastante en serio, aunque a la mínima de cambio intenta echar una canita al aire y largarse a cenar con alguna chica. Un Ren Jinguuji en versión lechosa.


MooNs


Kazuna Masunaga: el señor “mommy issues”. Líder de los MooNs, aunque a él no le guste que le llamen así, es muy modesto y tranquilo. Se preocupa mucho por sus amigos, aunque le tiene una animadversión a Tomohisa de KitaKore. ¿El motivo? Sin centrarnos en detalles —porque la idea es que veáis el anime, no que vengamos a spoilearos la serie— se ve que al chico le jode que el peliblanco le robe la atención mediática porque eso le impide cumplir su objetivo. Aunque seguramente el verdadero motivo es que los dos son tan principescos y se parecen tanto que siente la necesidad de cargarse a Kitakado para ser el “Alpha Prince”.


Momotaro Onzai: mister “tengo heterocromía porque sí”. Este miembro de los MooNs es calmado, estoico y cuando habla es bastante directo. Muy rollo samurái; se lleva muy bien con Mikado, y creo que es el único del mundo que le aguanta al megane sus desvaríos sobre el anime que sigue. Por algún motivo es capaz de ver fantasmas, a ver si su heterocromía va a tener más sentido que simplemente parecer chuuni.


Hikaru Osari: es el resultado de meter a Kotobuki Reiji y Okita del Hakuoki en una batidora. Hasta tiene el mismo seiyuu. Miembro de los MooNs, con un peinado absurdamente complicado y la misma personalidad que un mono. Es enérgico, más simple que una palanca, despreocupado hasta decir basta y siempre intenta hacer feliz a todo el mundo. Él y Nome son culo y mierda desde hace años, seguro que hasta tienen pulseras de la amistad. Sin embargo, a nuestro amigo el peli-verde le dieron su buena ración de drama, y es que debajo de toda esta personalidad tan alegre, se oculta un chico que intenta tirar hacia adelante con una enfermedad incurable. Algo así como tuberculosis pero que la han amañado para que cuele como enfermedad creíble en pleno primer mundo del siglo XXI. ¡Este chico es como una montaña rusa para el corazón de sus fans! ¡Risas y drama asegurado!


Tatsuhiro Nome: el morenote que está bueno. O sea, sí, es eso. Miembro de los MooNs que cumple con el cliché de “chico silencioso, callado y misterioso”. Físicamente está fortote, tiene un six-pack chulo chulo, la piel morena y una voz profunda que hace delicias a quien la escucha. Eye-candy que, por desgracia, tiende a estar solamente de fondo. De personalidad es, aunque muy estoico, alguien que se preocupa profundamente por sus amigos. Antepone a los demás a sí mismo, especialmente con su mejor amigo Hikaru, por el que casi se mata en un capítulo. Si en Free babeábais por Sosuke, este es vuestro maromo.


Mikado Sekimura: el megane otaku. Este miembro de los MooNs de buenas a primeras parece educado, amigable, inteligente y fácil de tratar; sin embargo es un friki de un anime de magical girls llamado 'Majokko Mamirin'. Aunque al principio intente ocultar su faceta otaku, está súper obsesionado con Mamirin y al final todos sus compañeros terminan enterándose de cómo es en realidad. El que más lo aguanta es Onzai, y siempre suelen ir juntos. Si os van los megane que son un poco adorkables, pedíos uno como él en Navidad.



OPINIONES PERSONALES

Eva: Mirad, no lo calificaría como el “Anime del Año”, pero para mí lo ha sido (será que he visto poco anime este 2016, que puede ser). Lo empecé a ver porque Maya me habló de él y como estoy en plena fase de “dadme idols o dadme la muerte” pues me metí de cabeza. Y me enganché —algo que no me pasó con Tsukiuta, por ejemplo. Pero sí, me enganché hasta el punto de esperar capítulo cada sábado, y es que no tendrá la mejor trama de la historia (ni por asomo) pero te presentan a los personajes de una forma muy efectiva. De hecho, en el capítulo 4 o 5 ya les había cogido cariño a la mayoría y hasta me había hecho una lista mental de “TOP 5 B-PRO BOYFRIENDS”.
( ͡° ͜ʖ ͡°)
En el primer capítulo esperé que B-Project me diera eso que todo anime estilo otome que se precie suele tener: un argumento con importancia cero; una prota que, simplemente, “está ahí”; y un porrón de tíos que le van a ir detrás pero solo hasta cierto punto, ya que al final del día ella no deberá quedarse con ninguno. Vamos, un Uta no Prince-sama pero que la chica es A&R en lugar de compositora. Sin embargo, tras el último episodio, puedo aseguraros dos cosas. Primera, que el cliché del “anime a lo otome” aquí no se cumple, ya que Tsubasa apenas tiene escenas de índole romántica con los chicos (que, eh, las hay. Kitakado es un puto y las mata callando) y termina siendo un personaje que tiene su propio peso dentro de la trama. Y segunda, que me han jodido viva con el argumento que ha terminado teniendo esta serie.
Porque aquí quería entrar: madre del amor hermoso… ¿Qué ha pasado en los últimos capítulos? Quiero decir, todo empieza bien. “Anime de idols que quieren debutar, vamos a esforzarnos para conseguir que actúen en el estadio más importante de Japón”. Una trama previsible, muy de serie shonen en el que un grupo de peña hace un “de Zero a Héroe”, con sus típicos episodios donde te van enseñando cositas sobre los chicos para que los conozcas y les cojas cariño. Todo mientras, pasito a pasito, van consiguiendo lo que se habían propuesto. Hasta que llegó final de temporada y alguien quiso jodernos la vida. Me gustó que hubiera ciertos problemas al final; que los capítulos de golpe terminaran el cliffhanger; que empezaras a preocuparte por si el objetivo de nuestros queridos miembros de B-Project no llegara a cumplirse. Pero ha llegado el capítulo final y yo creo que les han faltado episodios: de repente meten un drama tremendo entre dos personajes, y mientras que se desvela la raíz de varios problemas, a cambio, te dejan como ocho mil preguntas sin respuesta. Y de repente, arreglan el embrollo principal en cinco minutos y todos para casa. Sin responderte a la pregunta de a qué venía el maldito drama venezolano en la azotea que nos han plantado en la cara.
Mi reacción con el capítulo final.
No obstante, confieso que me he emocionado lo suyo, y que al final le he cogido bastante cariño a Tsubasa. Pero, lo pienso en frío, y sigo sin entender qué coño ha ocurrido ahí.
Si apartamos todo esto a un lado, quiero confesar que me lo he pasado bien. Las canciones me encantan, no puedo quitármelas de la cabeza, y voy a echar mucho de menos a mis chicos. Especialmente a Hikaru (tengo un problema con Morikubo), Ryuji y Yuuta: me llevo a mi casa a uno de cada grupo, así, como quien va al Primark.
Sinceramente, si os gustó Utapri, no vais a aburriros con B-Project. Básicamente es casi la misma idea, solo que con chicos diferentes, una protagonista femenina con relevancia para el plot y unos arcos argumentales finales sin cerrar que solo hacen que me pregunte... ¿Para cuándo el juego otome?

Maya: Este año ha tenido su buena dosis de animes de maromos: Prince of Stride, la peli de Free, Tsukiuta y ahora la cuarta de Utapri... Y B Project, cómo negarlo, se ganó un huequito en mi corazón y tenía bastantes ganas de verlo cada semana. Al principio solamente quería ver cuánto podían plagiar a Utapri (LOL), luego acabé colgadita de Goshi en el segundo capítulo y para el tercero ya consideraba que todos tenían unas dinámicas adorables y que Tsubasa no estaba sólo de adorno ni de manera de asegurar la heterosexualidad de los maromos. B Project toma elementos de Utapri y de Idolm@STER, con su elección de maromo por capítulo y su arco de historia de lucha por la fama. A pesar de una quality que hacía preguntarme de vez en cuando si todo el presupuesto se había ido en OnoD y unos guiones que parecían plagiados de otros otomes (Amnesia y Hakuoki, básicamente), me parecía un anime bastante sólido. No la octava maravilla ni el mejor anime de idols, pero sí una manera entretenida de echar un rato el sábado y disfrutar el fanservice de maromos.
Hasta que llegó el último capítulo.
Yo nunca dejaré de preguntarme: ¿qué necesidad hay de meter drama gratuito en los animes de idols si luego no lo haces bien? A pesar de que ya nos venían dando pistas en los capítulos anteriores, el último capítulo de BPro es un auténtico desastre sin pies ni cabeza, con mil tramas argumentales añadidas en el último minuto a cada cual más rocambolesca. Y no os preocupéis, que en vez de intentar resolver el marrón nos meten el concierto final con muchos brillantes y volantes. Y ala, todo el mundo para casa que esto se ha terminado. ¿Perdona? Yo lo siento mucho, pero sólo por ese último capítulo la serie ha perdido mucho para mí. Tampoco pedía demasiado, sólo un final medianamente cerrado para dejarme con buen sabor de boca. Pero no, lo que recibí fue una especie de guión que parecía cinco series distintas a la vez y ninguna buena.
De todas formas, no quiero decir con esto que no me gustara BPro. Me ha hecho reír mucho, las canciones son geniales y tiene suficientes personajes como para que haya variedad pero no tantos que te olvides de los nombres de todos como en Prince of Stride (y mejores husbandos). Pero como ha dicho Eva, más les vale sacar un otome que resuelva tanto lío de trama y que me permita ligarme a Goshi

No hay comentarios :

Publicar un comentario