Crítica shojo - "Kyuukyoku Venus" de Takako Shigematsu

¡Buenos días y espero que pasarais buenas vacaciones de Semana Santa! En esta ocasión os traigo un manga sobre ricachones, herederos y búsqueda de pretendientes, ¡Kyuukyoku Venus! Su nombre traducido es La Venus definitiva y se trata de un manga de Takako Shigematsu publicado en la revista Princess de 2006 a 2009, y luego fue recopilado en 9 tomos. Me pareció un manga bastante simple a primera vista, pero al ver que estaba licenciado en varios países decidí darle una oportunidad. ¿Mereció la pena? ¡Vamos a averiguarlo!

Sinopsis

Yuzu Yamashita tiene la peor suerte del mundo: su madre muere tras una larga enfermedad dejándola sin ningún pariente vivo, y como no tiene ingresos la echan de su piso y tiene que empezar a vivir en la calle. Para su sorpresa, un chico la encuentra y la lleva a una mansión llena de ikemens... Que pertenece a su abuela materna, presidenta de la poderosa empresa Shirayuki. Para sorpresa de Yuzu, su abuela tiene la intención de convertirla en la heredera del negocio y para ello la enrola en un instituto para niños pijos. Yuzu no se muere de ganas precisamente de cumplir callada y tranquilita los deseos de una mujer que acaba de conocer, pero termina persuadida (o más bien engañada) por el hombre que no le quita ojo: Kagami Hassaku, asistente y guardaespaldas de su abuela, que termina incluso en la misma clase que ella para no perderla de vista. ¿Podrá Yuzu sobrevivir a las expectativas de todos los que la rodean? Y sobre todo, ¿qué hará cuando su abuela le diga que necesita un prometido...?

Personajes

Yuzu: la prota. Una chica normal que se defiende en el mundo siguiendo los principios de su madre y que termina involucrada en el mundillo de la gente rica. Yuzu es un personaje un poco ambiguo, pues a ratos demuestra una gran fuerza de voluntad pero luego a las mínimas de cambio se pone a lloriquear y necesita ser rescatada por alguno de los chicos. Como prota le doy un aprobado raspado, no es de las peores protas de shojo que he visto pero tampoco es nada del otro mundo.

Kagami: el maromo principal del harén de Yuzu, Kagami es un megane que trabaja como asistente, guardaespaldas y todo lo que haga falta para la matriarca del imperio Shirayuki. Aunque va de modosito y decente, no duda en controlar y juzgar todo lo que hace Yuzu con la excusa de su posición de posible heredera. Más tarde resulta que se descubre que en realidad ha pasado una vida llena de desgracias y que la abuela le salvó la vida así que besa el suelo por el que pisa y está dispuesto a hacer todo lo que le diga. Es un tío bastante... neutro. No tiene así ninguna característica consistente de su personalidad que te haga pensar que Yuzu se va a colgar de él (pero claro que lo hace) y está ahí, respira y de vez en cuando pega alguna torta.

La abuela: la puta ama. Está forrada, tiene un harén de tíos vestidos de mayordomos y hace lo que le sale de la entrepierna. Se dedica a manejar los hilos de todos los que la rodean por eso, porque está forrada, y porque necesita enseñar a Yuzu cómo se comporta una dominatrix. El personaje en sí era al menos interesante respecto a los demás, pero a día de hoy sinceramente me sigo preguntando qué demonios hace su empresa...

A Yuzu le asignan más tarde otros tres maromos de entre los que elegir prometido, no hacen mucho excepto uno que es heredero (aunque luego no, a lo The Gentlemen Alliance) a otra empresa rival y que es un poco kuudere y está colado por ella. Pero lo siento chaval, el primero que le puso la mano encima fue Kagami y ya sabes cómo funcionan los shojos. Luego meten más personajes adultos para meterte trama del pasado de Kagami y de Yuzu y ese tipo de cosas, pero todo muy predecible.

Opinión personal

No sé qué conclusión sacar de esta serie. Ya hace tiempo que la terminé así que no la recuerdo mucho, pero nada de ella era lo suficientemente memorable para acordarte de ella una vez que la terminabas (excepto tal vez la abuela) La historia es cliché y Yuzu tira de ella como puede, no es ni activa ni pasiva, está ahí entre una cosa y la otra. El dibujo es bastante mediocre y todos tienen la misma cara, a los tíos me costaba distinguirlos un poco al principio. Básicamente un shojo del montón, ni bueno ni malo, que te mete lo justo de historia y de rollo raburabu para mantener al lector enganchado. Un 5 raspado. Al menos no es de la Sho-Comi.

¡Muchas gracias por leer la crítica y nos vemos con el siguiente manga shojo!